Hace unos días, en un evento en Puerto Madero, tuvo lugar una acalorada charla entre Floppy Tesouro y Silvina Luna. Este lunes en Nosotros a la mañana, la modelo reconoció que fue un cruce algo tenso pero que lograron limar asperezas.
¿Qué pasó? “Fue una charla de mujeres, un intercambio de opiniones. Rodri y Fede, que son los dueños del restaurant, nos invitaron al evento. Yo no la había visto personalmente a Silvina. Ella sí se había puesto en contacto conmigo cuando se empezaron a decir las cosas que dijeron, de las cuales yo siempre los defendí y puse las manos en el fuego por ambos”. Floppy se refiere a Silvina y Rodrigo, su expareja.
“Yo sabía de su vínculo de muchísimos años de amistad. Como era una persona de confiar yo le abría las puertas de mi casa, yo sé que son como hermanos y ella es amiga de toda la familia. Pero bueno, había una situación que había quedado pendiente de charlar”, confirmó Floppy.
Y explicó el motivo de su malestar: “A mí me había afectado que se hayan ido a Panamá en plena separación. Como ella es pública, yo sabía que iba a pasar todo lo que pasó, que todo el mundo iba a opinar y a sacar sus conclusiones. Entonces sentí que no había sido cuidada desde ese lugar, pero fue un intercambio de opiniones donde Silvina me dijo que no se dio cuenta en el momento, que me quería y que no lo hizo adrede”.
Por último, reconoció que “en un momento se puso intensa” la charla: “Yo soy muy expresiva y la verdad es que me salió decirle que no se había puesto en mi lugar”.
La palabra de Silvina
Invitada a Los Ángeles de la Mañana, Silvina también dio su versión de los hechos: “Floppy se estaba separando y entendió que yo no tendría que haber ido al viaje. Había otras mujeres, sí, pero yo era la única conocida del grupo. Éramos cuatro, pero yo trabajo en el medio con ella, pretendía que me bajara. Y hablamos de eso. Ella sintió que yo no me puse en su lugar como mujer”, explicó.
Y añadió: “Escuchándola le pedí disculpas. Si a ella le molestó, está bien, pero yo no sé. Es re buena mina, la quiero y vamos a seguir compartiendo cosas. Después nos sentamos en la misma mesa y compartimos todo”.
La Voz