La gente hace fila en la ciudad inglesa de Bristol para adquirir la nueva obra de arte del esquivo pintor callejero Banksy: una camiseta para ayudar a los cuatro acusados en un juicio por el derribamiento de la estatua de un comerciante de esclavos
La camiseta gris muestra la palabra Bristol sobre un pedestal vacío encima del cual se alzó durante muchos años la estatua de Edward Colston, un comerciante de esclavos del siglo XVII.
Manifestantes contra el racismo derribaron la estatua y la arrojaron al agua en el puerto de Bristol en junio de 2020, en una de tantas protestas globales por el asesinato en Estados Unidos de George Floyd, un hombre negro, por un policía blanco.
“La semana que viene, las cuatro personas acusadas de derribar la estatua de Colston en Bristol serán juzgadas”, escribió Banksy en su perfil de Instagram.
“He producido unas camisetas en recuerdo de la ocasión”, anunció el artista en redes sociales este viernes. “Disponibles en varias tiendas de la ciudad a partir de mañana. Todo lo recaudado para los acusados, para que puedan ir a beber una cerveza”, cierra el mensaje. Las camisetas cuestan 25 libras (33 dólares) y se venden de a una por cliente.
Esta es otra de las tantas “apariciones” y acciones públicas del artista callejero, que jamás ha confirmado su identidad y suele defender causas sociales de distinta índole en sus diferentes creaciones.
Banksy inició su carrera pintando con aerosol los muros y puentes de Bristol, una ciudad portuaria en el suroeste de Inglaterra. Algunas de sus obras han recaudado millones de dólares en subastas.
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La Voz