En 2019, Mateo Pohle Zavala causó tanto impacto como expectativa cuando decidió salir del exitoso grupo Hecatombe! y apostar a su carrera como músico. Dos años después, e incluso a pesar de una pandemia en el medio, ese viraje en el camino da un fruto anhelado: el 25 de noviembre salió Mtt, su primer álbum.
En el medio, se nutrió de lo cercano y lo lejano, de voces locales y paisajes muy variados: “Desde que dejé Hecatombe!, estuve, básicamente, viajando. Estuve en Japón, donde filmé el videoclip de I Do (Not) Love You. También hice un video en Buenos Aires, el de Wonder Why, y otro en Barcelona, el de Better Know Now”.
“Todo 2020 y toda la pandemia los pasé en Australia, en el campo, no hubo tantos casos y viví en una realidad paralela. Este año volví a Córdoba con el objetivo fijo de cerrar este trabajo, de lanzar el álbum con las canciones que ya saqué y cinco nuevas”, agrega.
Propio y local
Mtt es un álbum al que se le notan trabajo y maduración, aunque esto último suene contradictorio por ser el primero. Sus sonidos prolijos, no por eso monótonos, cuentan historias y también un relato de evolución, de un viaje que recién comienza, desde un pop más puro de los comienzos y en inglés hasta un romance más reciente con el género urbano y en castellano, donde todo se abraza y se complementa.
Luego de esos videos en el extranjero, hace poco más de un mes Mateo sacó el clip de Junio, en locaciones bien identificables de la ciudad cordobesa. Además, es el primer tema del álbum, y también es un video dirigido y editado por él mismo, lo que lo hace significativo a varios niveles. El álbum tiene mucho de él mismo: “Es completamente independiente, sin ningún sello atrás. Soy el productor general de todo el proyecto, que es completamente autogestionado, así como soy el compositor de letra y música”.
Pero Mateo apostó a Córdoba también de otra forma: “Mi álbum está hecho todo por productores musicales de Córdoba: Gastón Di Nardo, de Soultouch; Ignacio Bevacqua, que es de acá, pero laburó desde Madrid; Eva Gou, y los chicos de Rayos Láser, que estuvieron en los Grammy también: tengo el honor de tener temas producidos por ellos”.
Ese foco en lo cordobés y argentino apareció, por paradójico que parezca, justamente a miles de kilómetros de distancia: “Estando afuera me fui empapando más de los músicos más urbanos y actuales, como Cazzu, Lit Killah, Duki, María Becerra, Khea. Me fui embebiendo e inspirando en eso. Por ejemplo, Mars es una cumbia 420 básicamente. Está disfrazada, pero compositivamente es eso”.
“Cuando estás afuera, te das cuenta de lo interesante que somos los argentinos y los cordobeses”, reflexiona, y resalta la valoración que están teniendo los artistas del país internacionalmente: “Es un buen momento para estar en Argentina haciendo música desde Argentina”.
Abrir el corazón
Hoy las colaboraciones son la regla y los álbumes suelen salir con una gran cantidad de ellas. Pero no sucede así en Mtt, donde el único featuring es con Eva Gou en Cerro de las Rosas: “Por lo menos en este primer álbum quería eso. Me pasó con algunos temas en los que estaba la posibilidad de hacer featurings, pero sentía que eran temas muy personales”.
“Surgió así, que fuera más personal, más yo: conocer a Mtt. Por eso también el nombre. Pensé en ponerle Cerro de las Rosas o Fallen Kingdom, que eran buenos nombres, pero no. Dije: ‘Necesito que se entienda que Mtt soy yo y que el producto es Mtt’”, especifica. Tanta responsabilidad y tanto de lo personal también implican mayor exposición: “Hay canciones como Fallen Kingdom en las que está el corazón totalmente abierto. Y esas son las que más entran”.
Claro que eso no deja fuera del campo a las colaboraciones: “Tengo propuestas de featuring y otras por salir, pero desde los canales de otros artistas. Para mí es la posibilidad de jugar con otros estilos también. Me los guardo para ahora, para este período de exploración que vendrá entre este álbum y el próximo, aunque es demasiado pronto para pensar en el próximo, pero, bueno, ansiedad”, finaliza con risas.
Y ahora, claro, viene el verano y vendrán las presentaciones en vivo: “Ahora es salir a disfrutar, la experiencia escénica ya la tengo, así que es salir a jugar”.
La Voz