noviembre 12, 2024 4:27 pm

Paulo Kablan se quebró al recordar a su madre: “Cocinaba de noche para completar el sueldo”

Como cada miércoles, los participantes de MasterChef Celebrity tuvieron la oportunidad de lucirse para alcanzar los beneficios semanales. En esta ocasión, se trató de una noche dedicada a la nostalgia y a la familia, que conmovió a más de un cocinero. Sin embargo, fue Paulo Kablan el que sorprendió al emocionarse con los sacrificios que hizo su mamá durante su crianza.

Para el desafío, los participantes recibieron una caja misteriosa con una ilustración de sus abuelos. Los chefs explicaron que esa noche querían que se conectaran con las emociones y sentimientos involucrados en el acto de cocinar, ya que influyen en el sabor de cualquier preparación. En particular, para obtener alguna de las dos medallas debían preparar un plato dedicado a sus abuelos.

Kablan fue uno de los que se emocionó al ver el retrato y se volvió a emocionar en la instancia de degustación. El participante explicó que quiso homenajear a su abuela Rosa, recurriendo a la cocina árabe que está en las raíces de su familia. La preparación constó de varios platos típicos: keppe crudo, keppe frito, tabule y labneh.

La devolución del jurado

Uno a uno los chefs fueron probando cada uno de los platos y se sorprendieron con el sabor logrado por Kablan. Fue la devolución de Donato de Santis lo que llenó de lágrimas los ojos del cocinero: “Sentite orgulloso que todos tu ancestros brillan acá en estos sabores”.

Germán Martitegui indagó un poco más en la historia familiar detrás de esos platos, y Kablan explicó: “Esto lo aprendí a los siete, ocho años. Yo soy el segundo de ocho hermanos. De una señora que enviudó cuando no tenía los 40 años. Era maestra de una escuela pública. De noche cocinaba comida que vendía al otro día para completar el sueldo”, dijo con la voz entrecortada.

Kablan destacó que fue el esfuerzo de su madre lo que hizo posible que todos sus hijos fueran a la universidad. Por eso hasta el día de hoy, el cocinero aún la recuerda pasando horas en la cocina: “De noche había olor a comida en mi casa, y ahí aprendí. Una historia hermosa de vida, nunca dijo ‘qué vida de mierda me tocó’. No tuvo tiempo quizás para decirlo”.

Esa historia conmovió hasta al propio Martitegui: “Emociona verte, emociona la historia pero emociona también la comida sola. Refleja lo que es argentina, ese mix que pocos países pueden tener”. Para coronar una noche tan conmovedora, Kablan recibió la medalla de oro.

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