De los momentos virales en redes sociales, algunos son más inexplicables que otros: ver para creer. Esta fue la situación que un grupo de pasajeros protagonizó en un vuelo de Siracusa, Italia, a Atlanta, Estados Unidos.
Un hombre denunció que la mujer del asiento de al lado estaba amamantando a una criatura, mientras ella se defendía con que era “su bebé” en una manta; pero debajo lo que había no era ni una criatura ni un bebé: era un gato embalsamado.
La situación quedó grabada por otro pasajero, quien la compartió y se volvió viral por redes sociales, por sobre todo en TikTok.
La historia del video viral en TikTok
Todo comenzó cuando, después de estar un rato sentado, un pasajero notó que la mujer que estaba sentada a su lado se comportaba de forma extraña con una manta, supuestamente, su bebé, Abrazaba la manta, le hablaba e incluso, según dijo el hombre, “amamantó”. Pero él vio una criatura peluda debajo y llamó al personal de cabina.
Pelea en un avión, la mujer dice que está dándole la teta a su bebé, el hombre de al lado que le está dando a un gato ¿Quien tiene razón? pic.twitter.com/WZaxwP9Y0T
— Tobiaslandia (@Tschapire) December 20, 2021
“Yo vi el gato. Soy una persona súper comprensiva, pero lo que está haciendo la mujer está pasando los límites. Está amamantando a un gato en un avión”, repetía el pasajero y quien agregó: “Es un viaje de 5 horas, es desagradable. Es horrible.”
Mientras la tripulación intentaba descifrar la extraña situación, la mujer abrazaba a lo que fuera que tenía con fuerza y se negaba a mostrar qué había abajo de la manta.
“¿Quieren invadir mi privacidad y tomar la responsabilidad? ¿Realmente vas a hacerte responsable?”, repitió la mujer quien negaba tener un gato y aseguró reiteradas veces que era su bebé.
Vengo a hacerle un favor a la comunidad pic.twitter.com/ZQ3Co98cGe
— Victorina (@no_es_victoria) December 20, 2021
Ante la insistencia, la mujer se resignó: “Quite la manta”. Debajo, una suerte de gato embalsamado.
“¡Es un gato!”, gritó el hombre que estaba al lado y se levantó de golpe. La mujer lo corrigió: “Es un lince y es mi animal de compañía autorizado”. El video cierra con la última toma del gato: tenía ojos de plástico pegados.
La Voz