A tan sólo 10 minutos del centro de la ciudad de Córdoba, un director de un Centro de Participación Comunal (CPC) prepara todo para este lunes de Halloween. A través de un video aseguró que, a partir de las 18, se va a poder visitar el interior del “CPC embrujado”.
Se trata de Santiago Gómez, quien dirige el CPC de barrio San Vicente.
El edificio encierra un sinnúmero de historias que generan suspicacias entre sus trabajadores o residentes frecuentes. Y para la fiesta del 31 de octubre, que cada día es más concurrida, preparará las instalaciones para recibir a cientos de chicos y chicas.
“Este año se va a realizar el evento a pedido de los vecinos de San Vicente. En 2021 se hizo una función de cine que no tuvo mucha difusión y hubo cuadras enteras de personas esperando para entrar al edificio. Contamos entre 500 y 600 chicos disfrazados. Ahora surgió la idea de embrujar el CPC”, repasó.
Una fiesta de Halloween dedicada a los niños y con todos los condimentos
Gómez informó que el evento va a arrancar a las 18.
Desde la organización esperan la llegada de un gran número de niños disfrazados, no sólo del barrio sino de toda la ciudad.
En la explanada del CPC van a ofrecer cine aprovechando un proyector móvil. También va a funcionar la feria Mujeres de la República, con emprendedoras que venden sus productos.
La atracción principal del lunes va a ser el recorrido por el interior del edificio. Allí habrá personajes míticos del barrio caracterizados por colaboradores y vecinos.
“Dentro del CPC diseñamos un circuito que va a servir para narrar las historias del barrio, así como también las que se registraron en este edificio. Los servidores urbanos, empleados y personal de limpieza nos han dicho en más de una oportunidad que pueden sentir la presencia de un actor que falleció hace varios años”, comentó Gómez.
El recorrido tenebroso de Halloween con distintos personajes del lugar
Durante el recorrido, los visitantes van a ser atendidos por becarios, empleados del CPC y servidores urbanos. Ellos van a compartir con el público las historias cotidianas que vivencian por ser empleados del lugar.
En el subsuelo se van a presentar distintas personas disfrazadas con atuendos típicos de la ocasión. Los chicos van a recorrer los pasillos y los salones con linternas despejando el humo que va a ornamentar el recorrido.
Finalmente, los grupos llegarán hasta el auditorio donde van a escuchar la historia del “Lobizón de San Vicente”, uno de los personajes típicos de este barrio ubicado en la zona sureste de la ciudad. Durante el relato, va a aparecer la figura caracterizada por colaboradores del CPC.
“Algunas personas comparten el sentido de esta fiesta y otros vecinos no están tan de acuerdo con que se celebre Halloween. Pero es una fecha que llegó para quedarse y lo hizo de la mano de las chicas y los chicos”, reconoce Gómez.
Historias de terror: en el CPC se vive un Halloween constante
El directivo no dudó en asegurar que todo fue surgiendo naturalmente. En el edificio donde pasa la mayor parte de sus días sobran historias de terror, aseguró. Algunas de ellas fueron narradas a La Voz por los empleados del lugar y podrían formar parte de cualquier obra literaria de género.
Celeste forma parte del personal de limpieza del CPC. La joven cuenta que una tarde estaba sentada, tomando un descanso y, de repente, vio a una persona alta cuando el lugar había quedado vacío.
Allí pudo constatar con sus propios sentidos lo que ya le habían contado sus compañeras de tarea.
“Había un hombre alto con un sombrero. Pero a la vez estaba segura de que no había nadie más en el edificio. Llamé por teléfono a otra gente para que venga a acompañarme, cerramos las puertas del auditorio, todas las salidas y, cuando buscamos a esta persona para sacarla, no encontramos a nadie”, recordó.
Según la narración de Celeste la persona que observó había salido del baño y se había dirigido hacia el auditorio, que es un gran salón donde se realizan actos, obras de teatro y actividades especiales para los vecinos.
“Todas las situaciones se dan en el subsuelo del CPC y en el auditorio. También se forma la silueta de un rostro, que sólo se ve de noche, en una de las ventanas del edificio”, agregó Gómez.
María también realiza tareas de limpieza en el establecimiento. “Cuando bajé al subsuelo me tocaron el pelo y sentí que me soplaron. También me tocaron la espalda. Siempre tengo un escalofrío cuando bajo y porque creo que allí hay una persona”, contó.
“Hay una presencia que hace ruidos de manera constante. Se mueven cosas, se escuchan pasos y sillas moviéndose”, aseguró.
María José también limpia el CPC. Cuando le toca hacerlo en el subsuelo escucha pasos en la escalera. “Siento que bajan pero no viene nadie. Siento los pasos. Cuando miro hacia el fondo del subsuelo veo a una persona sentada que me observa. Me da angustia y me pone la piel de gallina, se siente el miedo”, dijo.
Las presencias extrañas en el registro civil condimentan la fiesta de Halloween
Natacha Nazar es jefa de la oficina de Registro Civil que funciona en el CPC San Vicente. La funcionaria también recordó acontecimientos.
Por caso, citó una boda que se realizó en 2021. Ese día se casaban Gabriel y Paulina. En el momento más importante de la ceremonia, Nazar recuerda haber leído del acta el nombre de cada uno para que los novios acepten el vínculo.
“Llegó ese momento y los invito a ponerse de pie. Pero en vez de nombrar a Gabriel pregunté si ‘Esteban’ aceptaba como esposa a Paulina. El acta había sido leída por ellos en privado para que no hubiera ningún error. Y luego de decir los nombres se produjo un silencio en la sala y nadie contestaba, por lo que yo repetí la pregunta”, rememora.
Una señora sentada detrás del novio le dijo que el joven no se llamaba Esteban, sino Gabriel, cuenta la funcionaria.
Nazar relata que aquella mujer le explicó que Esteban era su otro hijo, y el hermano del novio. Había fallecido el año anterior cuando la pareja estaba por casarse y por eso habían suspendido la ceremonia, menciona Nazar.
“La mujer se largó a llorar desconsoladamente y yo no entendía qué había pasado. Miré el acta para ver si en algún lado aparecía el nombre Esteban, pero no estaba escrito. La novia me miró y dijo que sabía que estaba en ese sitio acompañando la boda y evidentemente estaba”, relata.
La titular del Registro Civil aclaró que aquel no era un nombre de su círculo social. Le pareció, además, un nombre extraño. Y comentó que aquella ceremonia concluyó con mucha emoción de parte de todos los involucrados, incluso de parte de ella.
También le sucede a menudo, según sus declaraciones, que en el anfiteatro se perciben ruidos. En alguna ocasión, asegura, la silla de un testigo se movió sin ningún motivo aparente.
Su conclusión va en la misma línea que la de otras personas que trabajan allí: “En el CPC se puede sentir una presencia extraña”, dice.
La Voz