marzo 29, 2024 7:31 am

Turismo en Córdoba: campings, otro modo de alojamiento con alta demanda esta temporada

Córdoba atrae, sobre todo, a un turismo de clase media. En ese marco , los campings siempre representaron una opción relevante en la oferta de alojamiento para los turistas, sobre todo en verano.

En los últimos 20 años parecía una alternativa en retroceso, dada la competencia planteada por el boom de cabañas en los valles serranos. Pero este verano parecen recuperar terreno: a muchos se lo ve concurridos.

Para algunas familias acampar es una alternativa más económica de alojamiento, que les permite vacacionar por más días. La noche ronda desde los 800 a los 1.600 pesos por persona.

Puede que haya algunos campings con más servicios y con precios algo superiores.

Mientras, un kit básico de campamento para cuatro personas se puede encontrar en torno de los 63.000 pesos, con variantes hacia abajo y, claramente, hacia arriba si se suman elementos.

La provincia cuenta con una amplia variedad de lugares turísticos, con muchas opciones para acampar. Hay campings con gran variedad de precios, dependiendo de los servicios que ofrecen y su ubicación. Los hay en áreas urbanizadas y otros bien alejados de todo vestigio de cemento. Ese contacto directo con la vida en naturaleza es uno de sus atractivos.

En tren de ejemplos, el camping Los Chañares, con 26 años en el rubro, está ubicado en Villa Cura Brochero, a pocas cuadras del río Panaholma. “Es una opción de alojamiento mayormente familiar, no suelen venir grupos de adolescentes. Tenemos más demanda que el año pasado. La gente suele quedarse de cinco a siete días, aunque hay quienes permanecen por más tiempo”, indicó Matías, el dueño del lugar.

En general, ofrecen energía eléctrica, wifi, baños comunitarios, quinchos; en algunos casos, suman almacenes de comidas y bebidas, sector de lavadero de ropa, piletas y área de juegos. Algunos ofrecen comidas hechas, tipo rotisería.

El Club Náutico Santa Rosa, ubicado en San Ignacio (Calamuchita) funciona como camping desde 1956, a metros del lago Embalse del río Tercero.

“Enero y febrero son nuestros meses más fuertes, porque vienen muchas familias fanáticas del camping. Solemos tener nuestra clientela fija anual, que son socios del club. Algunos se quedan un mes, pero es más frecuente que la gente venga solo por los fines de semana. La semana pasada contamos con gran cantidad de clientes, muchos de otras provincias. No tenemos pileta pero la actividad fundamental se da en el lago y en el río”, explicó Gustavo, presidente del club.

Algunos aceptan mascotas, pero igualmente se recomienda siempre consultar por ese tema antes de asistir.

Se manejan con preferencia con reservas previas, pero mayormente siempre tienen disponibilidad.

Otra opción es el camping La Ribera, ubicado en Villa Carlos Paz, con mucha clientela por estar a dos cuadras del balneario Playas de Oro y por su proximidad al centro de la ciudad. Ya más urbano, cuenta con todos los servicios básicos, acepta mascotas, tiene rotisería y seguridad. Cada parcela es individual: con estacionamiento, asador, mesas y bancos.

Alberto, encargado de ese camping, informó: “Tenemos mucha clientela fija todos los años, tratamos de que sea en su mayoría un ámbito familiar para evitar bullicios y conflictos. Hasta el mes de febrero esperamos mucha gente, hasta el fin de semana de Carnaval. Tenemos una capacidad para 200 personas entre camping y habitaciones. Contamos con muchas opciones para entretenimiento, hay tirolesa y juegos para los chicos”.

Precios para acampar

Los precios por noche varían según el lugar, pero en general los montos para adultos rondan entre 800 y 1.600 pesos por noche. Los menores siempre pagan menos, entre 500 y 800 pesos.

Por carpa, en algunos lugares, se abona a partir de los 1.000 pesos, mientras que casillas o motorhomes para seis personas pagan desde los 1.700 pesos y para cuatro 1.300 pesos.

El ingreso a las piscinas, para el caso que las tengan, ronda en los 600 pesos el día y, en algunos campings la cochera también es paga.

Las experiencias de los campistas

Acampar no es para cualquier persona; hay que tener afinidad con la naturaleza y decidir romper con la rutina diaria del hogar. También, valorar el sentido de compartir espacios comunes con otros.

Hay quienes lo disfrutan y les parece un plan relajante, que les marca distancia de la vida cotidiana y los acerca más a la naturaleza. Muchas veces, es una actividad heredada de sus padres.

Vanessa, campista frecuente, admite que es un estilo de vida: “Acampo desde muy niña, solía pasar hasta tres meses en carpa. A mis hijos los llevo desde que son recién nacidos. Vamos a campings y también a lugares sin servicios. Siempre fue mucho más económico que alquilar un hotel o cabaña, y eso te permite extender los días de vacaciones”, argumentó.

Para una estadía más cómoda y completa, aconsejan tener movilidad propia. Esto permite recorrer más lugares y llevar todo lo necesario. Algunos campistas, luego de algunos años eligen, un lugar fijo.

Nelly tiene 70 años y sigue eligiendo los campings para vacacionar. “Pero a esta edad la carpa ya queda un poco incómoda, y ahora con mi pareja optamos por el motorhome. Actualmente, con mi familia estamos frecuentando el camping municipal de Nono, porque nos gustan sus alrededores. Solemos quedarnos un mes. Es una opción mucho más libre que las actividades dentro de un hotel”, indicó.

Este año, Nelly y su esposo tienen un presupuesto de unos 50.000 pesos para vacacionar durante un mes, contando el alojamiento pero sin comida incluida. Comparado con una habitación de hotel o cabañas, que rondan desde los 10.000 o 15.000 pesos en adelante por día, para dos personas, es una opción mucho más barata.

Gabriela, de 25 años, quien frecuenta hospedaje en carpa, contó: “En distintas épocas del año hago escapadas de fin de semana con amigas o con mi novio, no me quedó mucho tiempo. Optamos por acampar porque no contamos con un presupuesto para alquilar frecuentemente una habitación. Esto nos permite conocer muchas partes de la provincia y relajarnos en la naturaleza. Solemos recurrir a diferentes campings o a la deriva, en áreas permitidas, sin servicios pero sin costo ”.

Los dueños de campings cuentan que no todos los que acampan lo hacen por cuestiones económicas. Muchos son amantes de ese estilo de pasar vacaciones. Y no pocos cuentan con equipamiento de alto costo para hacerlo con más comodidades.

¿Cuánto cuesta un kit básico para acampar?

En “El buen pique”, un local cordobés de artículos de camping, informaron que enero es uno de los meses más fuertes en ventas. Cuentan con tres públicos: familias, deportistas y quienes buscan elementos para arreglar sus equipos.

Un kit básico familiar e inicial de campamento, para cuatro personas, ronda los 63.000 pesos.

Las bolsas de dormir se pueden encontrar desde los 5.000 pesos en adelante. En tanto, hay diferentes estilos y tamaños de carpa, pero una accesible aunque bien equipada para cuatro personas sale unos 40.000 pesos.

Los precios varían según la calidad, tamaño, marca y resistencia a temperaturas bajas. Los equipos de mayor calidad o más adaptados al uso en frío son más onerosos. La variedad en ofertas y precios es notoria.

Otro elemento que no puede faltar es la conservadora: la de telgopor es la opción más barata y una de 15 litros cuesta 3.500 pesos. Una de plástico, de 12 litros, se va a 4.800 pesos. De ahí, sumando calidad y tamaño, se agrega precio.

Mesas y sillas no es lo que más lleva la familia, ya que los campings suelen tener estos elementos. Una silla básica sale desde 8.890 pesos en adelante y una mesa plegable de madera ronda los 16.000 pesos.

En tanto, un anafe, fundamental para hacer comida, sale desde 12.100 pesos. En linternas y faroles hay mucha variedad, perolos podemos encontrar desde los 2.000 pesos.

El kit base de 63 mil puede fácilmente ascender a 80 mil o 100 mil si se suman elementos y calidades.

La Voz

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