octubre 9, 2025 4:57 am

Morat en Córdoba: así fue el primer show sold out de la gira Asuntos pendientes 2025

Este miércoles 8 de octubre, Morat brilló en su primera de dos noches sold out en Córdoba. La banda de pop-rock colombiana se robó todos los corazones de las fans y dejó la vara alta para su segunda fecha que será este jueves en Plaza de la Música.

En el marco de la gira Asuntos pendientes 2025, Morat cumplió su promesa y volvió a la ciudad después de tres años de ausencia. La agrupación oriunda de Bogotá interpretó algunos temas de su nuevo disco Ya es mañana, pero el fuerte estuvo en los éxitos de sus 14 años de carrera como Besos en guerra o No se va.

El show tuvo un gran despliegue audiovisual e hizo sentir al espectador como si estuviera dentro de un videoclip de la banda. El filmmaker, que estaba sobre el escenario, fue el séptimo integrante de la banda y se llevó gran parte de los laureles.

Gracias a su osadía moviéndose entre las tablas, el camarógrafo revalorizó las pantallas led y, no solo las usó para mostrarle al público de atrás lo que estaba pansando en la escena, sino que les hizo vivir toda una experiencia a los más de 6 mil asistentes.

Los primerísimos primeros planos de la cara de los artistas, los contrapicados alevosos donde se podía observar la Plaza totalmente colmada y el ojo de pez para jugar con los músicos y la gente fueron algunas de las joyitas destacadas.

Un show para amigas y parejas

Todos esos detalles no hubieran sido posibles si el concierto no hubiera sido debidamente planeado. Cabe destacar el gran trabajo de producción internacional que tuvo Morat para que todo saliera acorde al plan.

En este sentido, fue un show redondo dividido en cuatro momentos bien delimitados (hasta el formato del bis estaba bien seteado), pero, por sobre todas las cosas, fue un show dual.

Por un lado, estaba el grupo de amigas entre 20 y 25 años que gritaba a todo pulmón los temas de desamor y despecho como si fuera el último día del planeta Tierra, pero por el otro, estaban las parejas que se abrazaban y besaban con pasión en cada balada romántica.

Lo cierto es que, quien fuera solo o bien acompañado, quedó conforme con el concierto que brindó Morat. Si bien faltaron algunas canciones más romanticonas o algunas más del último álbum, hay que elegir bien qué tocar en las dos horas que dura la presentación.

Morat, orgullosamente colombianos

Juan Pablo Villamil, Juan Pablo Isaza, Martín y Simón Vargas Morales, junto con el español Juanjo en los teclados y el bogotano Gabriel en la segunda guitarra, se lucieron en un escenario desnivelado que los obligó a moverse a lo largo y a lo ancho del espacio.

El comienzo tuvo un arranque bien arriba con Faltas tú, seguido de Cómo te atreves. Más tarde, esa energía bajó algunos decibeles para entrar poco a poco al terreno acústico.

“Empezamos muy arriba, ahora vamos más tranqui para hablar de nosotros. Primero que nada, somos Morat y somos colombianos”, exclamó con orgullo el cantante, mientras lo tapaban el grito ensordecedor de las chicas.

“Estamos muy felices de volver a Argentina. Teníamos varios asuntos pendientes. Es la primera vez que tocamos en un recinto así y la energía se siente. La siguiente canción habla de lo difícil que es ser el segundo plato”, agregó.

El momento emotivo del show

Segundos platos le dio el paso a Cuando nadie ve, una canción que hizo vibrar las paredes de la Plaza de la Música. Promediando las 22, los músicos pidieron a los fans que levantaran los carteles que habían traído porque llegó el momento de invitar a subir a alguien al escenario.

La beneficiada fue Catalina Bustos, estudiante de Arquitectura en la UNC oriunda de Río Segundo. Entre sollozos (pero sin dejar de filmar a Isaza con el celular), la joven disfrutó que su ídolo le cantara casi al oído el tema El embrujo.

Solo con su teclado, el artista derritió a Cata y a las demás chicas que intentaban comprender la emoción que cargaba la muchacha. ¿Se habrá quedado con ganas de cantar ella también? Quizás no se sepa nunca, porque esa oportunidad no la tuvo.

Minutos después, Simón tomó la posta y siguió en el momento melancólico con Date la vuelta y Villamil lo cerró con Dos mil algo y un hermoso aporte de su armónica que sonaba más argentina que colombiana.

Poco pogo, pero no poco agite

Para encaminar el cierre, la banda tiró toda la carne al asador y sacó la artillería musical pesada. Mi suerte, Feo, No se va, Salir con vida y Balas perdidas era todo lo que querían las girls, y por suerte lo obtuvieron.

Por momentos, los cantantes le pedían al público que saltara más, que fuera más frenético, pero muchas cordobesas optaron por medir sus energías y sacarlas a relucir a cuentagotas.

Quizás eso sorprendió a los colombianos porque insistían en enloquecer a los fans, pero el concierto tuvo una medida justa de emoción y cada uno lo disfrutó a gusto y piacere. La verdad es que todos salieron al menos con la garganta desgastada.

Otro dato no menor es que la mayoría eran personas +25 cuyos cuerpos tienen ciertos limitantes para el pogo, pero eso no quita que el aguante se mantuviera hasta el final con Besos en guerra.

Para ver

Morat se presenta por segunda vez en Córdoba este jueves 9 de octubre a las 21 en Plaza de la Música. Entradas agotadas.

La Voz

Más Noticias