JxCat no modificará su propuesta de nombres para la delegación catalana de la mesa de diálogo con el Gobierno y así no asistirá a la misma, al tiempo que ha responsabilizado del «veto» a sus nombres al Ejecutivo central.
Lo ha anunciado en una rueda de prensa este martes el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, que ha señalado que sería «una mala praxis aceptar de entrada las exigencias que el Gobierno plantea». El dirigente del partido ha asegurado que su partido no acudirá a la mesa porque no se les ha dejado entrar.
El veto representa la falta de voluntad para negociar, según Sánchez. El líder catalán ha opinado que si el Ejecutivo nacional es «incapaz» de aceptar determinados interlocutores por sus convicciones democráticas, no pueden esperar que se aborde seriamente la solución del conflicto.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha sido en todo caso quien ha anunciado la exclusión por ahora de la mesa de diálogo Gobierno-Generalitat a los nombres propuestos por JxCat por no formar parte del Govern, entre los que se encuentran Jordi Sànchez y Jordi Turull, dos de los presos del «procés» indultados en junio, además de la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras.