La Generalitat admite la situación, pero no precisa cuántas vacunas están a punto de caducar y reconoce que ha habido un error de cálculo.
Los técnicos de la Conselleria pensaron que durante la primera semana de septiembre habría más demanda, pero no ha sido así y el ritmo de personas que han decidido vacunarse ha sido menor de lo esperado. A partir de aquí, Salut habla de un desajuste en los modelos de previsión.
El final de las vacaciones y la vuelta al trabajo no han ayudado tanto como se pensaba. Además, no se ha tenido en cuenta que en Cataluña el 79% de los mayores de 12 años ya están vacunados con la pauta completa.
El caso es que ahora mismo, en Cataluña hay 1.100.000 dosis sin poner. Son viales que el Ministerio de Sanidad ha enviado y que no salen de la nevera. Esto quiere decir que de todas las vacunas que ha recibido Cataluña, cerca del 10% aún no se han puesto.
Y el gran problema es que las dosis de más ya se dan por perdidas. Expertos explican que es imposible aprovecharlas y entregarlas a un país que las necesite: están a punto de caducar y logísticamente es muy difícil porque se puede romper la cadena de frío.
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