diciembre 8, 2024 3:45 am

Loop Pharm: granjas urbanas de superalimentos

Loop Pharm es la primera granja urbana de economía circular de Córdoba. Produce “microgreens”: brotes de verduras que concentran todas sus propiedades con apenas 15 días desde su germinación en una granja urbana que funciona en Ciudad Empresaria y es perfectamente circular: se alimenta con biogás, nutrientes y agua de los residuos orgánicos de los locales gastronómicos de la zona, los mismos a los que les vende luego su producción de “superalimentos” para ensaladas, guarniciones y platos vegetarianos.

“Los brotes son un concentrado de poder nutricional. La ventaja es que tiene ciclos muy cortos de producción. Una lechuga en tierra demanda entre 60 y 90 días para producir una planta, aquí desde germinar a la cosecha hay 15 días. Se produce un superalimento nutritivo de manera local, sin transporte y, por lo tanto, sin huella de carbono, sin consumir agua como un cultivo tradicional y sin depender del clima, porque toda la tecnología es indoor”, explica Mauro Barberis, uno de los socios detrás de este emprendimiento que ganó el año pasado el capital semilla otorgado por la Fundación Avina para el desarrollo de proyectos creativos que aporten al programa de Ciudades Resilientes.

Con la primera granja urbana en funcionamiento, buscan socios inversores para desarrollar la segunda Loop Pharm, que quieren instalar en barrio Güemes, el polo gastronómico joven de la ciudad. Y una tercera, también en un sector densamente poblado. La idea, a futuro, es armar granjas insignia en varios provincias y en países vecinos y franquiciar. Aspiran a tener 20 granjas urbanas propias en Latinoamérica en el mediano plazo.

Una fusión que da economía circular

El proyecto surge de la unión de dos emprendedores: Mauro, que se dedica a montar plantas de captación de biogás, y Juan Pablo Las Heras, que hacía hidroponia tradicional. Ambos, por distintos motivos, comprendieron que habían llegado a un techo en sus negocios en 2019. Y que la salida era asociarse y transformar procesos horizontales, con pérdida de recursos, en circulares.

Hacía casi una década Mauro se dedicaba a montar plantas de biogás en criaderos porcinos y tambos. Pero algo lo dejaba intranquilo. “Todo el proceso tenía subproductos que se perdían e iban al ambiente: residuos líquidos que son muy buenos fertilizantes orgánicos, dióxido de carbono, energía térmica y agua. Durante la pandemia me puse a pensar cómo hago para agregarle más valor a lo que hacía y allí es cuando me di cuenta que tenía todos los insumos que necesita un organismo vegetal para hacer fotosíntesis: energía, dióxido de carbono, agua y nutrientes”.

Juan Pablo Las Heras sentía algo parecido. Sus cultivos en piletas de hidroponia tradicional no lograban escala y la sustentabilidad siempre estaba en peligro. El método era lineal: consumía agua, fertilizantes químicos y energía en gran cantidad y los ciclos de producción y comercialización eran muy largos.

“Producir vegetales, a nivel mundial, está teniendo una profunda transformación. La horticultura tradicional que proviene de los cinturones verdes de las ciudades está desapareciendo. En Córdoba, de tener 28 mil hectáreas periurbanas destinadas a la producción de verduras pasó a apenas 3 mil porque la mancha urbana se expande hacia la periferia. El resultado es que los alimentos se producen más lejos y deben viajar muchos kilómetros, incrementando sus costos y dejando una huella de carbono en el proceso. La respuesta que se genera es un movimiento de urban pharming: producción de alimentos de cercanía, con agricultores urbanos. Y esta tendencia cambia la producción y la orienta a los superalimentos: hongos y los microgreens, como un brote de rabanito, que sin llegar a su estadio adulto, concentra todas sus propiedades nutricionales y el aporte de vitaminas”, explica Mauro.

Hidroponia circular

El modelo es de hidroponia circular. Capta la energía renovable y el agua de residuos orgánicos que irían a parar a Bouwer para generar, además de biogás, agua, nutrientes y dióxido de carbono. Y estos son los recursos que alimentan los cultivos verticales de microgreens.

Look Pharm 1 producirá energía en exceso, que subirá al sistema, vendiendo a la Empresa Provincial de Energía (Epec). “Tenemos un medidor de doble vía, que vamos a inyectar al sistema para alimentar el complejo. Es un hito para Córdoba: un proyecto circular que logra vender energía”, destaca Mauro.

¿Algún secreto? Equivocarse mucho, pero en el papel, antes de invertir 100 mil dólares en una planta tradicional de hidroponia con aprovechamiento parcial de captación de biogás, el primero de los modelos que tuvieron en cuenta Mauro y Juan Pablo para asociarse. Una ventaja: la moda de la economía circular los agarró con 10 años de experiencia.

Una de las decisiones clave fue apostar a los brotes, concentrados nutricionales y, esto también es importante, de sabor: los microgreens de mostaza o de rabanito llenan el paladar, a la vez que ya proveen los nutrientes de toda la planta.

“Trabajamos mucho el modelo de negocio en el papel. Pensando y repensando, viendo todas sus aristas. Así descubrimos que necesitábamos hacer circular la hidroponia tradicional y generar un producto con mucho valor agregado para que sea rentable. Y dimos con que no funciona expandir en horizontal, debíamos aprovechar el espacio hacia arriba, hacerlo vertical además de circular”, revela Mauro.

Es literal, se ve en la foto: las plantas y los brotes están una arriba de la otra, en una estantería. Y toda la granja entra en una pieza.

La Voz

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