diciembre 7, 2024 11:50 pm

Ómicron se adelantó y somos un laboratorio en tiempo real

El cruce transoceánico de la variante Ómicron desde Sudáfrica y Europa al país rompió una barrera de espacio. Pero su impacto más pernicioso es en la dimensión del tiempo: Argentina perdió la ventaja de tener el diario del lunes en la mano, que tuvo durante las olas anteriores del coronavirus.

En Reino Unido, los casos superaron todos los registros previos en pandemia, la variante ya se hizo dominante y están creciendo las hospitalizaciones. Pero ese país nos lleva apenas dos semanas de “ventaja” en el conocimiento de Ómicron. Estamos casi en tiempo real. Casi a ciegas.

El pase sanitario es, hasta ahora, la única medida de restricción sanitaria en carpeta. No hay margen para mucho más, aceptan los gobiernos. Y su aplicación -desde este lunes- ya muestra su insuficiencia. Ninguno de los eventos de supercontagio en las fiestas de egresados de las últimas semanas se hubiera prevenido con la exigencia de esquemas completos de vacunación, porque aún cuando fueron reuniones masivas, no llegaban al piso del pasaporte, de mil asistentes.

¿El avance exponencial de Ómicron obligará a revisar ese rango alto para la exigencia de tener aforos 100 por ciento vacunados?

La llegada anticipada de Ómicron al país no podría ser más inoportuna. Luego de cinco meses en continua desescalada, todas las medidas de prevención se han relajado. Ni las que menos perjuicio económico traen, como el uso del barbijo o la ventilación adecuada, se respetan. Y el contexto de socialización intensa de fin de año favorece su multiplicación.

Sólo falta saber a cuánto ascenderá la x en el índice sobre el que se potenciará el número de casos, que crece en progresión exponencial desde el martes pasado. De sostenerse este ritmo de expansión, incluso antes de Navidad podrían alcanzarse los dos mil casos diarios notificados en Córdoba.

Vulnerabilidades

No es casual que los brotes de esta variante hayan hecho carne en niños, niñas y adolescentes. Son el grupo más vulnerable, por nula, baja o insuficiente cobertura de vacunación.

En números: hay 172.167 niños y niñas de 3 a 11 años sin ninguna dosis aplicada, y a 100.196 les falta completar el esquema. Entre los adolescentes de 12 a 17 años, aún hay 65.029 sin ninguna dosis aplicada y otros 59.656 que iniciaron pero no concluyeron el tratamiento. Una panorama similar se ve en el primer grupo etario de adultos jóvenes: el de la banda de 18 a 24 años, donde existen 54.955 sin vacunar y 69.596 sin completar esquemas.

En este universo joven se concentran casi 300 mil de las 480 mil personas con ninguna dosis en la provincia.

El caso de los adolescentes de 12 a 17 años es interesante: en su mayoría tienen aplicadas dos dosis de la vacuna de Pfizer, un laboratorio que ya reconoció una pérdida muy significativa de inmunidad al contagio contra Ómicron con dos dosis, lo que se recupera con una tercera aplicación. ¿Se puede considerar en un escenario de Ómicron como variante predominante que tener dos dosis de Pfizer es un esquema completo?

En la banda etaria de los adultos mayores de 65 años, la vacuna más utilizada es la Sputnik V. De los 641.717 cordobeses estimados por Indec en este grupo etario, 623.137 tienen colocadas dos dosis. Hay, a su vez, 313.397 terceras dosis colocadas, una parte de ellas ya entre los mayores de edad. Pero el remanente sigue siendo muy grande y, por las demoras en la provisión del segundo componente de la vacuna rusa, el intervalo de cinco meses exigido para aplicar el “booster” con AstraZeneca recién se cumplirá entre fines de enero y marzo.

En publicaciones de la propia fabricante, se asegura que Sputnik V tiene un desempeño superior a las vacunas de tecnología de ARN mensajero -como Pfizer o Moderna- frente a Ómicron. Pero tanto en su caso como en la china Sinopharm -muy utilizada para inmunizar a adultos jóvenes en Argentina- lo tendrán que demostrar en un laboratorio a cielo abierto en el país, porque en el resto de los lugares del mundo donde está presente ya Ómicron y hay datos disponibles no hay información de desempeño de vacunas de virus inactivado contra esta variante.

La supercontagiosidad de Ómicron está probada. No lo está aún su relativa baja incidencia en casos severos, hospitalización y muertes. Pero, como ya enseñó la pandemia, porcentajes muy chicos pueden ser números muy altos, humanamente intolerables.

La Voz

Más Noticias