Paula Chaves, la esposa de Pedro Alfonso y mamá de Olivia (8), Baltazar (4) y Filipa (1) se hizo el tiempo necesario para estudiar y finalizar su curso de formación para ser una doula. Esta noticia volvió a poner sobre el tapete un término que resulta desconocido para muchas personas pero que en el ámbito de la salud y la maternidad no es nada nuevo
La doula es una persona que se encarga de poder asistir a mujeres y familias en proceso de gestación, parto, lactancia y posparto.
En un contexto latinoamericano de intensa lucha por los derechos de la mujer, la búsqueda de que cada madre pueda tener un parto respetado o humanizado a la medida justa de sus deseos y necesidades, tiene sus propios espacios y actores.
Qué es una doula
En Argentina, desde el 2015 está reglamentada la Ley 25.929 de Parto Humanizado. Entre otras cosas, la ley prevé que los padres tienen derechos a ser informados adecuadamente, a que la madre sea tratada de forma respetuosa y digna, y a estar acompañada.
Dentro de todo el movimiento hay mujeres que eligen ponerse al servicio de otras mujeres para acompañarlas en sus emociones, sus dudas y sus miedos, algunas de forma totalmente voluntaria. Se llaman doulas, y florecen en Córdoba. Si bien trabajan mayormente de forma independiente, cada vez más instituciones valoran su rol y su presencia.
Mujer que sirve
Dorcas Malbrán es doula. Trabaja y reside en Río Ceballos. Pasa el mate y a la luz otoñal, explica que la doula es principalmente una “acompañante emocional”.
Es una persona, dice, “que puede conectar con la sensibilidad del proceso y estar para la mamá, sostenerle la mano, traerle agua, preguntarle cómo se siente y cómo va. Tiene que tener desarrollada esa capacidad emocional de conectarse”, expresa.
“Es un proceso de acompañamiento completo, es preguntar ¿cómo te sentís? ¿cómo estás con tu pareja? Parece que una embarazada tiene que estar feliz y no es solamente eso. Y después viene el puerperio, cuando quedan solas, y parece que tienen que estar felices porque les llegó un hijo, y a veces están llorando porque es una situación muy fuerte”, detalló en una entrevista realizada por La Voz.
La palabra es de origen griego y significa “sirvienta” pero hoy se la resignifica como “mujer que sirve a otra mujer”. “Pero también está para el padre y toda la familia, porque el varón también vive su propio proceso”, dice Dorcas.
Ella forma un equipo de trabajo con María Eugenia Alba, partera, quien se formó en la Universidad de Entre Ríos.
El título es Obstétrica o Licenciada en Obstetricia, carrera que hace varias décadas desapareció de la Universidad Nacional de Córdoba.
Luego de recibirse en 2007 se mudó a Córdoba, donde conoció el proyecto de parteras comunitarias que funcionaba en Villa General Belgrano y ahondó en ese camino.
“Habia muchas cosas que me hacían ruido de los partos institucionales y cuando pude ver un parto donde la mujer fuera protagonista y las parteras estabamos acompañando, fue una experiencia muy linda y me hizo darme cuenta de que ese era el camino”, recuerda.
Dorcas se formó como doula en Córdoba, en parte siguiendo historias familiares, y ambas empezaron a trabajar juntas hace siete años. Desde ese momento han atendido muchos partos y hoy dictan juntas una formación para doulas.
“Las mujeres al sentirse tan cobijadas en el acompañamiento, empezaron a preguntar: ¿y ustedes no quien formarnos? Porque yo quiero dar eso que recibí”, cuentan. Entonces se decidieron a probar.
Pasan muchas horas de su vida juntas, ya sea formando a doulas o acompañando a las familias en los partos. “Es un servicio incondicional”, expresa Dorcas. “No podríamos dar todo lo que damos, entregarnos a esto sin el apoyo de nuestras familias, nuestros compañeros”, completa Eugenia. Ambas son madres y a veces acompañar un parto les ha llevado hasta 42 horas fuera de su casa dedicadas a esa madre y ese bebé a punto de llegar al mundo. “Comemos y dormimos en la casa de esa familia”, cuentan.
“Otras veces llegamos y a los 20 minutos nace. Así se compensan los tiempos”, ríen.
Si bien viven y dictan su formación en Río Ceballos, no trabajan sólo ahí. “Hemos acompañado también en Córdoba, Justiniano Pose, Bell Ville”, enumeran.
Ellas son sólo una parte de la gran cantidad de doulas que ejercen en la provincia, en el marco de un fenómeno que crece a diario y tiene cada vez más adeptos.
Partos respetados: el increíble y emotivo papel que juegan las doulas
La Voz