El dron S-70 Ojótnik (‘Cazador’ en español), desarrollado por el consorcio ruso Sukhoi y pensado para interactuar con cazas tripulados de quinta generación, lanzó una bomba de 500 kilogramos de peso desde una altura de 600 metros, según la cadena estatal Vesti, publica RT.
En el video de la prueba se ve que la munición no guiada impacta con éxito el objetivo marcado en tierra.
S-70 Ojótnik
El vehículo no tripulado “está dotado con todo el equipo objetivo necesario para misiones de reconocimiento y con armas de las clases aire-aire y aire-tierra”.
Con propulsión a chorro, S-70 Ojótnik fue concebido como un sistema inteligente. Está fabricado con materiales y revestimientos especiales que absorben las ondas de radar, al igual que en el caso de los modernos aviones furtivos.
El peso de despegue del vehículo es de unas 20 toneladas, y la velocidad máxima ronda unos 1.000 km/h, es decir algo menor que la del sonido.
La Voz