Este martes, la Liturgia de la Iglesia presenta a discípulos Santiago y Juan enojados ante la negativa de los samaritanos de recibir a Jesús. Por otro lado, hoy los católicos conmemoran el día de Santa Teresa del Niño Jesús (Santa Teresita de Lisieux), patrona de las misiones.
Al respecto, el Papa Francisco resaltó -en la homilía del 21 de enero de 2018- cómo “la oración misionera es la que logra unirse a los hermanos en las variadas circunstancias en que se encuentran y rezar para que no les falte el amor y la esperanza”.
“Así lo decía santa Teresita del Niño Jesús: ‘Entendí que sólo el amor es el que impulsa a obrar a los miembros de la Iglesia y que, si faltase el amor, ni los apóstoles anunciarían ya el Evangelio, ni los mártires derramarían su sangre. Reconocí claramente y me convencí de que el amor encierra en sí todas las vocaciones, que el amor lo es todo, que abarca todos los tiempos y lugares, en una palabra, que el amor es eterno’”, compartió el Pontífice.
En la misa, la liturgia de la Palabra es uno de los momentos centrales de la celebración. En este punto, se leen los pasajes de la Biblia que permiten adentrarse en las enseñanzas de Jesucristo. Compartimos los textos del martes 1 de octubre de 2024 publicados por el sitio web del Vaticano.
Liturgia del 1 de octubre de 2024: Primera lectura
Lectura del libro de Job
Job 3, 1-3. 11-17. 20-23
Job abrió sus labios y maldijo el día de su nacimiento, diciendo:
“¡Maldito el día en que nací, la noche en que se dijo: ‘Ha sido concebido un varón’! ¿Por qué no morí en el seno de mi madre? ¿Por qué no perecí al salir de sus entrañas o no fui como un aborto que se entierra, una creatura que no llegó a ver la luz? ¿Por qué me recibió un regazo y unos pechos me amamantaron?
Ahora dormiría tranquilo y descansaría en paz, con los reyes de la tierra, que se construyen mausoleos, o con los nobles, que amontonan oro y plata en sus palacios. Allí ya no perturban los malvados y forzosamente reposan los inquietos.
¿Para qué dieron la luz de la vida a un miserable, a aquel que la pasa en amargura; al que ansía la muerte, que no llega, y la busca como un tesoro escondido; al que se alegraría ante la tumba y gozaría al recibir la sepultura; al hombre que no encuentra su camino, porque Dios le ha cerrado las salidas?”
Evangelio del día: 1 de octubre de 2024
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 9, 51-56
Cuando ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén. Envió mensajeros por delante y ellos fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirlo, porque supieron que iba a Jerusalén. Ante esta negativa, sus discípulos Santiago y Juan le dijeron: “Señor, ¿quieres que hagamos bajar fuego del cielo para que acabe con ellos?”
Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió. Después se fueron a otra aldea.
1 DE OCTUBRE, SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS: “Solo hay una cosa que hacer aquí en la tierra: lanzar a Jesús las flores de los pequeños sacrificios”
Según la página oficial del Vaticano, el Santo del día es una reseña diaria de los santos guardados en la memoria de la Iglesia. En esta sección encontrarás las historias, anécdotas y milagros realizados por estas figuras de vida cristiana a lo largo de distintas épocas y lugares del mundo.
Hoy la Iglesia recuerda a Santa Teresita del Niño Jesús. Thérèse Françoise Marie Martin nació el 2 de enero de 1873 en Alençon, Francia, en una familia creyente y de comerciantes. Fue la última de ocho hijos y perdió a su madre a los cuatro años. A los 15, ingresó en el Carmelo de Lisieux con permiso del Papa León XIII. Adoptó el nombre de Sor Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, deseando “salvar almas” y orar por sacerdotes.
La Superiora le aconseja que escriba en un diario las etapas de su vida interior. En 1895 anota: “El 9 de junio, fiesta de a Santísima Trinidad, recibí la gracia de entender más que nunca cuánto Jesús desea ser amado”.
Desarrolló una espiritualidad original conocida como la “teología del pequeño camino” o de la “infancia espiritual”, que enfatiza el amor a Dios a través de pequeños gestos cotidianos. En su autobiografía, “Historia de un alma”, describió su deseo de ofrecer pequeños sacrificios a Jesús, mientras enfrentó incomprensiones y sufrimientos en el convento.
Teresa murió a los 24 años, el 30 de septiembre de 1897, por tuberculosis. Fue beatificada en 1923 y canonizada en 1925. Su espiritualidad, que se centra en la apertura al amor de Dios, la convierte en patrona de los misioneros y anticipa conceptos importantes del Vaticano II sobre el acercamiento a Dios del hombre a través de la gracia. Su legado perdura en la conexión entre cristología y antropología, reflejando un profundo amor por la humanidad.
Oración a Santa Teresita de Lisieux
¡Santa Teresita! Vengo a tus plantas lleno de confianza a pedirte favores. La Cruz de la vida me pesa mucho y no encuentro más que espinas entre sus brazos. ¡Florecitas de Jesús! Envía sobre mi alma una lluvia de flores de gracia y de virtud, para que pueda subir el Calvario de la vida embriagado en sus perfumes. Mándame una sonrisa de tus labios de cielo y una mirada de tus hermosos ojos… Que valen más tus caricias que todas las alegrías que el mundo encierra. ¡Dios mío! Por intercesión de Santa Teresita dáme fuerza para cumplir con mi deber y concédeme la gracia que en esta oración te pido.
Amén.
La Voz