noviembre 12, 2024 5:21 pm

“La certeza de que no habrá cambios en retenciones desincentiva las inversiones productivas”

Según el último Índice de Confianza del Productor Argentino, elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, un 65% de los productores agropecuarios no llevarán a cabo inversiones en activos fijos durante los próximos doce meses.

Si bien hay algunas señales de la economía argentina, como baja en la inflación y estabilidad del dólar, una gran parte de los productores consultados para el informe consideraron que todavía no es el momento para invertir.

En este punto, advirtieron que tanto la falta de crédito como el alto costo de las líneas de financiamiento disponible son un factor de peso a la hora de tomar decisiones.

Se trata de la misma medición que en agosto pasado había reportado una sólida confianza entre los productores, y que para aquellas semanas se advertía un incremento en la compra de activos fijos.

Encuesta a productores: pese a la caída de precios de los granos, crecen las inversiones en activos fijos

Sin embargo, en uno de los apartados de aquel reporte, advirtieron: “si bien se mantiene la confianza de los productores, se registra una caída importante en las expectativas para el próximo año”. 

LOS PRODUCTORES, LA CONFIANZA Y LAS INVERSIONES

Este mes el análisis indicó que variables como la incertidumbre macroeconómica (20%), falta de financiamiento (20%) y el alto costo del mismo (16%) son las principales causas que llevan al campo a poner en stand by las inversiones.

Carlos Steiger, investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos y director de la encuesta, amplió esta tendencia.

“Aunque las tasas de interés han disminuido en el sistema bancario y están surgiendo créditos en dólares, la baja rentabilidad esperada para la campaña 2024/25, en parte debido a los precios internacionales, y la certeza de que no habrá cambios en los derechos de exportación desincentivan las inversiones productivas”, calificó.

¿DÓNDE INVIERTEN LOS QUE INVIERTEN?

Al momento de analizar como decidirán aquellos productores (un 35% de los encuestados) que si materializarán inversiones, la mayoría buscará hacerlo de manera individual (29%) y se enfocarán en maquinaria de gran porte (42%); hacienda vacuna, sobre todo cría (33%); tierra (23%) e implementos específicos como sembradoras y pulverizadoras (20%).

El clima también es un factor a tener en cuenta. El informe de la Universidad Austral remarcó  que la campaña 2024/25 se enfrenta a condiciones climáticas más desfavorables que la temporada anterior. En este contexto, un 55% de los productores reveló que temen enfrentar contingencias climáticas en la producción de sus cultivos.

El informe también consignó que un 51% de los productores agropecuarios trabaja bajo el esquema de arrendamientos, con la mayoría de los contratos fijados en quintales y con diferentes momentos de pago.

Para el 76% de estos agricultores, el costo de arrendar representa el 40% o más de sus costos totales y en el caso de un 48% de estos productores, la incidencia alcanza el 50% o más.

DESPUÉS DE DOS AÑOS, CAE LA CONFIANZA

Desde noviembre de 2022, la confianza en el sector había mostrado una leve recuperación, pero en la la última medición de septiembre 2024, este índice cayó un 5%. El recorte más pronunciado fue en el Índice de “Expectativas Futuras” (6%), mientras que el “Índice de Situación Presente” solo retrocedió un 1%.

“El futuro para los productores está marcado principalmente por su situación financiera para los próximos 12 meses”, advirtieron.

Esta merma en las expectativas se sustenta sobre todo en la caída de los precios futuros de la soja y el aumento en la relación stock/consumo a nivel mundial.

Steiger explicó que para la próxima campaña, los productores esperan precios muy ajustados, “fundamentalmente para la soja, que será el cultivo con la mayor superficie implantada, y con pocas posibilidades de los productores para transferir parte de esa área al maíz que presenta mejores perspectivas de rentabilidad”.

Y concluyó: “La demora en las lluvias ha atrasado las siembras de maíz temprano, aunque las últimas precipitaciones del mes de octubre pueden tener un impacto positivo no solo en la siembra de maíz, sino también en los rendimientos de trigo”

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